Los tantos de los dos jugadores dan la victoria al Real Madrid en la final de la International Champions Cup ante el Chelsea de José Mourinho
El primer duelo entre el Real Madrid y el equipo de su anterior técnico, José Mourinho, se saldó con una victoria blanca en la que Marcelo hizo el primer tanto y Cristiano Ronaldo, los otros dos. Ambos celebraron los tantos con efusividad.
Del esperado primer duelo entre el Real Madrid y el Chelsea del hombre que lo dirigió en las últimas tres temporadas, el portugués José Mourinho, no solo quedará el resultado, sino también las celebraciones que Marcelo y Cristiano Ronaldo hicieron de sus goles.
Como es habitual, el actual técnico del Chelsea había dedicado la previa del partido a agitar un poco más su polémica con su compatriota CR7 asegurando que él había entrenado al "verdadero Ronaldo", en referencia al brasileño Ronaldo, con el que trabajó en el Inter de Milán, lo que se interpretó como un menosprecio al Ronaldo que ahora destaca en el fútbol internacional.
Ese Ronaldo, Cristiano, le hizo dos goles a su anterior entrenador. Pero antes de eso celebró con efusividad el primer tanto de Marcelo, otro jugador que, pese a ser un partido amistoso, también pareció querer saldar alguna cuenta pendiente en su celebración.
Tras marcar el tanto que abrió el marcador, culminando con la izquierda un pase en profundidad de Modric, el brasileño se corrió directamente hasta la posición de Cristiano Ronaldo, con el que chocó su pecho mientras lanzaba un puño al aire. Al volver a su posición, además, Marcelo pareció decir algo a los banquillos en los que estaban Ancelotti y Mourinho, el técnico que hizo que el Madrid pagara 30 millones por Coentrao con el fin de que jugara en la misma posición que el brasileño.
La escena tras el primer gol de Ronaldo, el que supuso el 2-1 -antes había marcado Ramires el empate- no fue muy distinta. El gol llegó de una falta directa transformada por el portugués. Cuando la pelota entró en la portería, tras dar en el travesaño, el jugador blanco se dio la vuelta, cerró la boca,frunció el ceño y con sus manos se señaló el pecho.
Después fue abrazado por el resto de sus compañeros. El primero, Marcelo. Pero no fue el único. También se acercaron hasta él Khedira y Sergio Ramos. Otro de los que mostraron bastante alegría fue Pepe, el que a final de la temporada pasada salió a la palestra para pedir "más respeto para Casillas".
En el tercer gol, Cristiano también pareció querer reivindicarse. Su tanto llegó después de un gran cabezazo que remató viniendo desde atrás un pase que venía desde la banda izquierda. Esta vez levantó un dedo de su mano derecha y de nuevo, volvió a señalarse el pecho. Quizá queriendo decir que es el verdadero Ronaldo. O quizá no. Porque al término del partido evitó manifestarse explícitamente sobre su polémica con Mourinho. "Yo hablo siempre en el campo", señaló.
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